Sé que es mucha la gente que lo quiso y que lamenta su ausencia. Por eso éste espacio. Para recordarlo. Es cierto que recordar a mi viejo es sinonimo de sonrisa (bah... de cagarse de risa), pero muchas veces pienso que se fué demasiado joven. Me hubiese gustado que disfrute de sus nietos, de su vejez (aunque no le gustaba), de nuestros avances y retrocesos. En definitiva, eso es la vida, ¿no? Me hubiese gustado que esté un tiempo mas acá, pero debemos dejar ir a nuestros seres queridos. No los podemos retener. Hay que respetar su decisión.
Papá, me transmitiste la pasión por la aviación y por Independiente; la educación para defenderme en la vida; la sensibilidad hacia los que están solos o desprotegidos y el respeto hacia el género femenino. Lo que no pudiste trasmitirme fué la forma en que contabas chistes!! ¿Te acordás como te miraban todos (y todas) mientras vos desplegabas tu escenografía para contar un chiste? Que cosa que nunca pude hacer! Cómo te admiraba Papá! Siempre te admiré.
Papá, el 23 de marzo de 1997 es el dia que te fuiste pero yo siempre recordaré el 22 por la noche, cuando te dí tu postre, tu último postre. Despues de tu cena. Te lo dí en la boca como seguramente tantas veces me lo diste a mí durante mi infancia. Papá, mirá que tuvimos viviencias juntos, eh? pero ese momento y tu último saludo hacia mi no lo olvidaré jamas.
Papá... gracias por haber sido mi Papá!!